El Gas Natural se licua para reducir su volumen y, por tanto, poder trabajar mejor con él. Se produce una disminución de volumen de hasta 600 veces, con lo que se consigue un mejor manejo y una mayor capacidad de almacenaje y transporte.

El principal componente del Gas Natural es el metano, el cual tiene un punto de ebullición a presión atmosférica cercano a los -160 ºC. Esta licuefacción se consigue enfriando el Gas Natural a -160 ºC y a presión atmosférica. Normalmente, las plantas que realizan este proceso se encuentran situadas cerca de la costa.

Existen diversos procesos de licuefacción. Los principales son: en cascada, donde se tiene una cascada de refrigerantes en los cuales se alcanzan diferentes niveles de temperatura. El proceso de mezcla de todos los refrigerantes es otro de los procesos, en este caso el rendimiento energético es mayor debido a la mejora de equipos y en los que se pueden mezclar todos los refrigerantes en una solo etapa. Después están los procesos de refrigerantes mezclados, que son una combinación de los dos anteriores y, por último, los procesos de Peak-Shaving, que se tratan de procesos de expansión.

El almacenado de Gas Natural Licuado (GNL) se realiza en tanques diseñados especialmente para ello, cerca de los núcleos de consumo. Con esto se intenta evitar que en un determinado momento de gran consumo, se produzca una bajada de presión en la red de distribución produciendo un bloqueo en las válvulas.

Se trata de un depósito de doble integridad, un tanque metálico interior y un tanque de hormigón exterior. El tanque exterior suele estar recubierto en su interior por un revestimiento de chapa de acero al carbono. El espacio comprendido entre las paredes cilíndricas de los tanques exterior e interior está relleno de aislante y forma parte del espacio anular. La tapa del depósito interior la constituye un techo suspendido mediante tirantes. Esto permite la comunicación entre los vapores en equilibrio termodinámico con el GNL, presentes sobre la superficie del líquido y el gas contenido en el espacio anular bajo la cúpula. Todas las conexiones de entrada y de salida del líquido y gas en el tanque, así como las conexiones auxiliares para nitrógeno y tomas de instrumentación, se hacen a través de la cúpula, ya que es una medida primordial de seguridad evitar conexiones con el fondo del depósito que pudiesen dar lugar a fugas de GNL.

En la siguiente figura, se muestra un corte transversal de dicho tanque:

 

Figura 1. Tanque de almacenamiento de GNL [Diplomado Avanzado de Gas Natural. Profesor Jorge Barrientos. Ecopetrol-UIS. 2010]

 

La manera más común de transportar el Gas Natural es mediante bombeo en redes de gaseoductos. De esta forma el gas puede ser transportado fácilmente hasta el domicilio propio del usuario por dichas canalizaciones. Existen numerosas y extensas redes de distribución por todo el mundo.

El transporte de Gas Natural por mar es también de grandísima importancia. Por referenciar a España, la mayor parte del Gas Natural importado procede de Argelia, Libia y Australia. A estos barcos se les denomina buques gaseros y tienen que tener una máxima sofisticación y un alto grado de seguridad.

Al transportarse los productos en estado líquido, su traslado se efectúa a alta presión y temperatura cercana a la ambiental. Otra opción de transporte es a presión atmosférica y muy baja temperatura. Dependiendo de la forma de cómo se transporte, estos buques se dividen en buques presurizados, buques semirrefrigerados y buques atmosféricos y tienen la capacidad de transportar hasta 100.000 metros cúbicos, en tanques de hasta 25.000 metros cúbicos.