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Como indicamos en un artículo anterior, en este nuevo artículo vamos a ver cómo podemos obtener ácido sulfúrico empleando el método más actual conocido como el método de contacto.

Método de contacto

En este proceso se utiliza un catalizador para convertir el dióxido de azufre en tritóxido de azufre y a partir de este último se obtiene el ácido sulfúrico mediante hidratación. Se realiza una mezcla de gases secos con un volumen entre un 7 % a un 10 % de dióxido de azufre y un 11 % a un 14 % de oxigeno que se precalienta y tras ser depurado pasa a un convertidor de uno o más lechos catalíticos que suelen ser de platino o de pentóxido de vanadio dando lugar a la formación de tritóxido de azufre. Lo habitual es usar dos o más convertidores.

El catalizador empleado suele afectar a la velocidad de la reacción. Si no se emplease un catalizador la reacción sería más lenta y apenas perceptible. De esta forma la reacción es rápida y se obtiene un rendimiento adecuado.

El rendimiento que se obtiene de la conversión puede rondar entre un 96 % y un 97 % ya que la eficacia con el paso del tiempo se va reduciendo. Al pasar a un segundo convertidor la temperatura puede variar entre 500ºC y 600ºC. el tiempo durante el cual los gases permanecen en el convertidor es de una media entre 2 y 4 segundos. Generalmente se trata de regular la temperatura para que haya un equilibrio que permita que la conversión sea la máxima al menor coste posible.

Los gases que se generan son enfriados a 100ºC y pasan a una torre de óleum donde se realiza una absorción parcial de tritóxido de azufre. El resto de gases pasan por otra torre donde el tritóxido de azufre que queda se lava con ácido sulfúrico al 98 %. Finalmente, los gases que no se han absorbido salen al exterior por una chimenea.

Este método fue patentado en el año 1831 por un comerciante de vinagre de origen británico llamado Pregrine Phillips y facilita la obtención de ácido sulfúrico mucho más puro y más concentrado. Se trata de un sistema que emplea un catalizador que se encuentra en una fase de agregación diferente, por eso se denomina catálisis heterogénea. Conviene tener presente que el ácido sulfúrico que se obtiene con este método es el que suele emplearse en el laboratorio para ser usado en disoluciones con menos concentración, ya que suele tener una concentración de un 98 %.

Tanto el método descrito en un artículo anterior de las cámaras de plomo como este, son perfectamente válidos para la obtención de ácido sulfúrico, aunque el que hemos descrito ahora es el más usado en la actualidad. Conviene considerar que un aspecto que influye de manera importante en la producción de ácido sulfúrico es si se obtiene por la combustión de azufre o por tostación de piritas. La combustión de azufre es más beneficiosa porque permite un mejor equilibrio energético.