El hormigón es un material ampliamente utilizado en la industria de la construcción y comúnmente se le denomina cemento Pórtland. Lo que lo hace distinto al cemento común es su adaptabilidad según la finalidad de uso, se puede modificar la mezcla y proporción de aditivos para hacerlo más o menos denso según el lugar donde se realice la obra.

El hormigón puede ser ligero, normal o pesado y la diferenciación se logra según la técnica que se utilice durante su preparación. Los elementos que se añadan a su composición pueden lograr acabados distintos especialmente en cuanto a coloración, durabilidad y resistencia; en muchos casos se añaden fibras, impermeabilizantes o plastificantes.

La resistencia es una de las características que hacen ventajoso este material, el hormigón es muy resistente, sin embargo, para estructuras de gran envergadura demanda ser reforzado para soportar cargar adicionales y hacerlo mucho más estable. Todos estos procesos y resultados han sido aplicados y perfeccionados gracias a las técnicas proporcionadas por la Ingeniería Química.

¿Cómo hacer hormigón?

La masa que se utiliza para fabricar el hormigón debe contener cemento, agua y arena para luego mezclarla manualmente o con un mortero, durante la unión de los materiales se le añade poco a poco la grava. La proporción recomendada por excelencia es: 1 parte de cemento, 4 partes de grava, 2 de arena y apenas ½ de agua.

Químicamente la composición de la preparación influye directamente en su durabilidad y fuerza, lo que comúnmente ocurre es que, a mayor fluidez de la mezcla, según el volumen de agua que tenga, será más sencilla su manipulación, pero el acabado tendrá menos vida útil.

Hay distintos tipos de hormigón y cada uno posee características propias. En ese sentido tenemos:

  • Hormigón en masa: se utiliza sin armaduras internas, su resistencia es mínima y puede ser utilizado en trabajos pequeños de decoración.
  • Hormigón armado: resulta el más resistente y se sostiene con armaduras de acero que refuerzan su composición, este tipo de hormigón se emplea en la construcción de edificaciones completas y cualquier tipo de obra civil.
  • Hormigón de alta densidad: se utiliza para proteger estructuras de los efectos de la radiación.
  • Hormigón pre-tensado y post-trensado: que se emplea para reforzar el material antes y después del vaciado.

La Ingeniería Química y el hormigón

La ingeniería química destaca que el hormigón en un material que al exponerse a los cambios atmosféricos puede presentar cierto deterioro, el compuesto tiende a reaccionar a la corrosión por la lluvia o el dióxido de carbono en el aire.

Los ingenieros químicos han determinado que el hormigón puede verse atropellado y que carbonate la superficie, en ese caso el silicato de calcio se hidrata para darle resistencia y reactivar elementos como el carbonato de calcio, el aluminio y el gel de sílice. Es importante saber que las alteraciones en el hormigón pueden darse después de mucho tiempo, el material bien preparado puede durar cientos de años.

Aunque es necesario considerar que los agentes a los que se expone como: la humedad, temperatura extrema, sales o dióxido de carbono pueden afectar al hormigón es, sin duda, un material de piedra artificial muy fiable. En un sector de tanta importancia como la construcción es fundamental que los ingenieros químicos puedan investigar en la mejora de los procesos de producción de los materiales necesarios para esta actividad.