Hola queridos lectores y lectoras de tan magnífico blog. Llevaba tiempo sin escribir aquí después de la exitosa serie “El valor de lo que sobra”, sobre la reducción y tratamiento de residuos.

Esta vez voy a cambiar por completo de tema para volver a algo que puede ser de utilidad a muchos. No hace mucho que dejé de ser estudiante para pasar a trabajar. Sí, sí: trabajar. En una planta química, como ingeniero, en algo interesante y enriquecedor. Soy afortunado, lo sé. Pero me atrevo a decir que también puedo tener algo de mérito en esto de haberlo conseguido. Y aún me atrevo más para contaros un poco mi experiencia en ese paso de ser contratado y qué cosas creo que fueron críticas para conseguirlo.

Sí, es un artículo muy personal y será difícil sacar conclusiones generales, pero más que aleccionar, quiero transmitir algo de esperanza a quien nos lea. Es difícil, pero aún hay puestos vacantes.

Creo que la situación general es que, teniendo en cuenta todas las noticias sobre crisis, paro (sobre todo juvenil) y demás lindezas, el ingeniero químico novato se sienta ansioso sobre su futuro incluso antes de terminar la carrera. Tranquilos, a muchos nos pasa.

Primero, tened paciencia. Es difícil, pero mentalizaos de que sois jóvenes y de que aún tenéis mucho tiempo por delante y mucho por decidir.

La ansiedad se multiplica si no sabéis a qué queréis dedicaros. Tranquilos, a muchos nos pasa. Un examen mínimo del mercado laboral o las profesiones de un ingeniero químico os abrirá los ojos: los trabajos que podemos realizar son increíblemente variados y específicos. Es muy probable que muchos no tengan nada que ver con la mayoría de lo que habéis estudiado: ni destilaciones, ni equilibrios, ni reacciones químicas… Servicio técnico, diseño de materiales, control de procesos, líder de proyectos, control de políticas medioambientales, de higiene o seguridad; polímeros, alimentación, reciclaje, farmacia, hidrocarburos… ¡Imaginad todas las combinaciones posibles!

Y solo he puesto ejemplos de desarrollo profesional en la industria. Mucha gente ha mostrado interés por seguir la carrera docente e investigadora últimamente. Si os interesa, mi consejo es que lo hagáis si tenéis verdadera vocación por este tema. Y que pongáis esa vocación a prueba con alguna beca de iniciación o colaboración que puedan existir en vuestra universidad.

Así que, si tenéis un trabajo ideal en la cabeza, intentad luchar por él. Informaos de qué universidades ofrecen los mejores programas de doctorados para el tema que os interese. O enteraos de qué ciudades o regiones de vuestro país (o de cualquier otro, mejor todavía) tiene más concentración de plantas industriales relacionadas con lo que os guste. Y si no lo tenéis, os repito que sois jóvenes. Probad, buscar… Es probable que aún no tengáis obligaciones, deudas, hipotecas, hijos a los que mantener…

Bueno, vayamos concretando un poco. ¿Cuáles creéis que son las claves para encontrar un trabajo ahora? Os advierto que esto se basa en mi experiencia personal y en España. Y desde el punto de vista de un estudiante o recién licenciado.

 

Servicios Universidad-empresa.

Estoy convencido de que esto es clave. Aprovechad los recursos que vuestra universidad pone a vuestra disposición para poneros en contacto con empresas y buscar trabajo. En concreto me refiero a las prácticas.

“Las prácticas solo sirven para que ciertas empresas consigan mano de obra barata”. Bien, no negaré que es cierto en muchos casos: pagan el mínimo que la universidad estipule y no tienen intención ni planes de contrataros. Pero también es la mejor vía por la que podréis conseguir experiencia, con diferencia. No todas las empresas tienen la misma ideología. Puede que unas prácticas sean el trampolín hacia un trabajo mejor, una mejora sustancial del curriculum o de hacer contactos y dejar una buena imagen para cuando surja una plaza.

En mi caso, sin unas prácticas como estudiante, no habría conseguido entrar en el mercado laboral.

 

Explorad el mercado.

La universidad ayuda, pero debéis ser activos.

Hay servicios muy útiles a vuestro alcance: portales de búsqueda de empleo como Infojobs o Primerempleo. No solo es una fuente importante de ofertas a las que podéis enviar vuestro CV sino que os permiten ver qué sectores tienen más demanda o en qué regiones. ¿Os interesa no salir de vuestra provincia? Bien, pues mirad qué puestos se reclaman normalmente, quizá os hagáis una idea más realista de qué podéis esperar.

Es muy probable que os interese trabajar, al menos un tiempo, en una compañía importante y grande. Nuestro objetivo ahora es tomar experiencia y estas compañías ganan por goleada en este tema. Una vez más, tomad las riendas. Es tan fácil como pensar en compañías prestigiosas, que os atraigan, entrar en su página web, en el apartado de carreras (o recursos humanos, careers…) y probar suerte.

 

Inglés

En ninguna entrevista me han preguntado específicamente por mi nivel de conocimientos en ningún campo. Excepto el inglés. Aceptad que es una herramienta imprescindible, especialmente si apostáis por un puesto de importancia o en una empresa multinacional.

Si aún estáis a tiempo, probad a hacer algún programa de estudios internacionales (Erasmus, por ejemplo, aunque estudiar un máster en el extranjero también puede ser una buena idea). La experiencia internacional os hará estar por delante de otros competidores y puede marcar la diferencia.

Nada más, ¡mucha suerte y no desesperéis!