En los últimos años la preocupación por el medio ambiente es algo presente en todos los ámbitos de la sociedad. En el sector industrial y productivo el respeto al entorno y la búsqueda de formas de producción más sostenibles se está convirtiendo en uno de los principales objetivos de trabajo.

En esta línea de preocupación por el entorno se buscan procesos productivos que hagan que los impactos ambientales se minimicen y que, además, los residuos generados por las actividades productivas sean gestionados adecuadamente y sean reincorporados en el ciclo de producción siendo reaprovechados y con un resultado mucho más eficiente a todos los niveles.

En todas estas tendencias la ingeniería química juega un papel fundamental ya que los profesionales de esta disciplina más allá de trabajar en la mejora de procesos deben trabajar en el desarrollo de procesos optimizados para mejorar el entorno y es respeto al medio ambiente.

Por ello, no solo la formación que se puede encontrar hoy en día otorga cada vez más peso al factor ambiental para este colectivo, sino que las empresas e industrias buscan profesionales que tengan un adecuado conocimiento sobre las medidas que se puedan adoptar para mejorar el respecto al entorno.

Paradójicamente estamos ante un proceso de reinvención del ingeniero químico como profesional que trata de resolver problemas de impacto ambiental generado por procesos de producción que en otro momento fueron desarrollados por estos mismos profesionales y que supusieron un gran avance para el desarrollo económico y social. Se trata ahora de optimizar aún más estos mismos procesos, pero incorporando ahora la variable ambiental que en otros tiempos no se planteaba en la ecuación.

Esta capacidad de la ingeniería ambiental para lograr un mundo más limpio y una producción más sostenible hace que los profesionales de la ingeniería química adquieran un papel relevante en esta nueva etapa donde nos encontramos. Queremos poner en valor el gran trabajo que desde la ingeniería química se puede llevar a cabo para luchar contra problemas globales relacionados con aspectos como:

  • El cambio climático.
  • La emisión de residuos.
  • La contaminación de las aguas.
  • La contaminación del suelo.
  • La contaminación acústica

Lo más destacado de este enfoque es que el papel que la ingeniería química desempeña a la hora de tratar todos estos problemas va desde el origen o la obtención de las materias primas hasta el desecho final de los materiales pasando por procesos que afectan a la alimentación. Está muy presente en todas las etapas de la producción y juega un papel importante en la mejora de estos procesos. Por ello, es importante tener cada vez más consciencia de que no tiene sentido hablar de ingeniería química si el factor ambiental no está presente y no se tiene en cuenta la producción limpia cuando se diseñan procesos y se organizan formas de producción.

Sin duda alguna, la aplicación de la ingeniería ambiental en el ámbito de la ingeniería química seguirá creciendo y seguirá marcando el futuro profesional en este ámbito.