Todos usamos jabón a diario y la verdad es que conocemos muy poco los detalles de su fabricación, pero ese no es el caso de quienes se dedican al estudio de la ingeniería química.

Para los que estudian esta rama de la ingeniería, el proceso de elaboración de jabón constituye un recorrido fascinante y complejo que incluye reacciones químicas, diversos materiales y maquinaria, así como la creación del producto y de los subproductos que se puedan derivar.

Por eso, queremos dedicar ahora un artículo a detallar cómo se elabora el jabón y te contamos todas sus fases.

La fundamental saponificación

En el proceso de elaboración de jabón la saponificación es un paso fundamental. Se trata de un proceso químico que forma una reacción en la que se crean los jabones y se produce a través de la separación de las grasas en un contexto alcalino, para obtener ácidos grasos y glicerina.

Después de que se produzca esta reacción, es necesario que se produzca la mezcla de los ácidos grasos de origen vegetal o animal con un ingrediente alcalino.

Este ingrediente puede ser la potasa, que es capaz de conseguir un producto blando, o la sosa cáustica mediante la que se obtiene más dureza. De esta misma reacción también se logra la glicerina que, como habrás escuchado muchas veces, posee un efecto suavizante.

Una vez que tienes todas las materias primas primordiales, debes colocarlas en un recipiente que servirá para preparar el jabón. Los expertos indican que para una cantidad de unos 600 kilogramos de jabón en pasta, se necesitarán 120 kilogramos de materias grasas, 100 litros de agua corriente y 120 kilos de sebo puro.

Posteriormente, tienes que proceder a calentar la caldera vigilando que la temperatura no sobrepase los 80 °C a los que debe mantenerse.

Una vez hecho esto se activa el mecanismo de agitación de la sartén que favorecerá la correcta integración de los materiales y de inmediato, se añaden 41 litros de sosa cáustica, que previamente ha sido diluida a 38° en la escala Beaumé. Esta disolución será vertida con lentitud mientras se agita firmemente, y se conserva la temperatura de la caldera a 80 °C.

 Depuración y nueva saponificación

Tras dejar la preparación en reposo durante 12 horas, notarás que se ha enfriado, y también advertirás que se formaron un par de capas, una que es el jabón sólido o pasta neutra que se encuentra en la parte superior de la masa, y por debajo de ella notarás la sal o lejías y la glicerina, que se apartarán del resto mediante un canal especial que tiene la caldera.

Al separar totalmente estos subproductos de la primera fase de saponificación quedará la masa del jabón en la caldera, que volverás a encender a 80 °C, hasta notar que la pasta se vuelve maleable. Finalmente llevarás el preparado al tanque de secado, desde donde pasará a unos rodillos de acero que crearán tiras de masa, que serán colocadas en un recipiente y pasarán por un rodillo con dientes que las irá partiendo. Más adelante la máquina procederá a cortar las piezas en pastillas.

Como ves, se trata de un proceso magnífico, metódico y de gran esfuerzo, que requiere de mucha atención. Un proceso que todo futuro ingeniero químico debe conocer.