Introducimos hoy un concepto que está muy relacionado con el papel de la ingeniería química en la economía. Se trata de la economía circular y consiste en la producción de bienes que posteriormente son puestos a la venta en el mercado para ser consumidos a escala mundial.

En la actividad económica actual los productos se fabrican orientados a satisfacer una necesidad consumista, que a medio y largo plazo está perjudicando el medio ambiente.

Deberíamos pensar en unos procesos de producción que, en lugar de extraer únicamente la materia prima y transformarla en un producto final que acabará siendo un residuo, usásemos ciclos de producción más cortos, empleando técnicas de reciclaje.

En este sentido, la economía circular se basa en un sistema donde aprovechamos los recursos con el objetivo de minimizar la fabricación desde cero y aumentar la reutilización y el reciclaje de los productos.

 

¿Por qué es importante la economía circular?

En un mercado sobresaturado de productos, con miles de empresas en pleno proceso de producción, nuestro planeta se está resintiendo. De ahí que surja la necesidad de un cambio en la manera de hacer las cosas.

Está claro que el sistema clásico de producción no es sostenible, ya que se basa en la extracción de los recursos naturales para la posterior transformación, producción, venta y acumulación o eliminación de los productos consumidos.

Si cambiamos el enfoque de producción y hacemos que cada elemento del proceso pueda ser reutilizado y/o mejorado mediante una actualización, podemos lograr grandes beneficios como:

  • Reducción de la cantidad de desechos.
  • Disminución de la emisión de gases tóxicos perjudiciales para el medio ambiente.
  • Ahorro económico, en la fabricación de productos para las empresas.
  • Ahorros que repercuten en los precios de los productos para el consumidor.

 

¿Cómo se relaciona la economía circular con la ingeniería química?

El ingeniero químico, como parte del proceso de investigación, diseño y producción, que se lleva a cabo en las plantas industriales es un elemento clave en el desarrollo de la economía circular.

Gracias a estos profesionales es posible cambiar la manera de hacer las cosas, si se crea una concienciación para dejar de pensar en producir en serie y empezar a pensar en cómo producir mejor.

La transición de un sistema lineal hacia una economía circular requiere la implicación de tres agentes sociales fundamentales:

  • Estado.
  • Empresas
  • Ciudadanos.

Son necesarias políticas de gobierno que atajen el problema. Actualmente, la Unión Europea tiene una serie de objetivos relacionados a la eficiencia energética y que va de la mano de los propósitos de la economía circular.

Así mismo, las empresas tienen que estar dispuestas a recibir menos ingresos o beneficios; su actividad sería apoyada por la reducción de coste que implica reciclar y, por último, debe existir una cultura por parte de los consumidores.

El ciudadano de la calle es quien tiene la última palabra, es decir, quien debe inclinarse hacia el consumo y la adquisición de productos más ecológicos.

Ante esta visión, los profesionales de la ingeniería química juegan un papel muy importante en el diseño y optimización de los procesos productivos de la economía circular para lograr estos objetivos.