Las espumas de metal son uno de los nuevos materiales creados a través de un proceso de transformación física y química de algunos elementos, cuyas características la convierten en ideal para el sector de la producción industrial y de la construcción. Te contamos todos los detalles sobre esta novedosa sustancia.

¿Qué es la Espuma de Aluminio?

La espuma de aluminio se refiere a uno de los tipos de espumas de metal que existen en el mercado hoy en día. Es un material bastante poroso que tiene una distribución aleatoria de sus poros en su estructura, los cuales son esféricos y cerrados; además es metálico e isotrópico.

Todas las espumas de metal tienen una serie de características mecánicas, físicas, acústicas y térmicas homogéneas, lo que las convierten en un material idóneo para absorber sonido, vibraciones e impactos, así como para la protección electromagnética de un lugar específico.

Además, las espumas de metal mantienen la estabilidad frente a altas temperaturas, no son nada inflamables ni contaminantes; incluso resultan reciclables. También tienen la propiedad de transferir calor, por lo que suelen emplearse como intercambiadores de calor para los motores o para enfriar algunos equipos electrónicos.

Suelen usarse también para elaborar envases y elementos para embalar gracias a las propiedades de absorción de energía, rigidez y bajo peso que tienen. Por esa razón se usan en varios sectores como el automotriz, el naval, el aeroespacial y la construcción.

¿Cómo se obtiene la espuma de metal?

La elaboración de espumas de metal se logra realizando y utilizando diferentes métodos y tecnologías, pues se trata específicamente de la combinación de metal con un gas, mezcla a la que se le drena el líquido y queda una espuma de metal sólida.

En la actualidad existen nueve formas a través de las cuales se puede obtener la espuma de metal pero suelen utilizarse solo tres de ellos.

Inyección de gas

El método más común para elaborar la espuma de metal es el de inyección directa del gas, que consiste en fundir el metal base (por lo general es aluminio), agregando paulatinamente algunas partículas de carburo de silicio, óxido de aluminio y óxido de magnesio.

Posteriormente se inyecta el gas, que puede ser argón, nitrógeno o aire, que hace que se originen unas burbujas bastante finas. A esta mezcla se le hace un drenaje del líquido y al enfriarse deja una espuma bastante ligera y resistente.

Este procedimiento tiene un coste bastante bajo y los riesgos de aplicarlo son bastante bajos. Esas son las principales razones que lo convierten en el más común.

Agente soplante

El otro método con el que se obtiene la espuma de metal es usando un agente soplante (hidruro de titanio) que se mezcla con el metal base ya fundido y se va descomponiendo con el calor, liberando gas y formando así las burbujas.

Reforzado con gas

Es un método en el que se funden varios metales en un ambiente presurizado con hidrógeno gaseoso. Una vez que se enfría el metal se crea la espuma. Este proceso también se conoce como “Gasar”.

Por cualquier de las formas mostradas podrás obtener un producto que seguramente podrá aportar grandes innovaciones en la industria y en los procesos industriales.